Se suma a los efectos nocivos de la contaminación. Cuando el polvo proveniente del desierto del Sáhara llega a Barcelona, se suma a la polución generada por la ciudad y aumenta hasta un 8,4% la mortalidad. Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por Laura Pérez, del Institut Municipal d'Investigació Mèdica-Hospital del Mar.
Para realizar esta investigación, se observó la relación entre la mortalidad de los barceloneses y los efectos a la exposición de partículas gruesas y finas entre marzo de 2003 y diciembre de 2004. Las gruesas son las responsables de empeoramientos en casos de asma, enfermedad respiratoria obstructiva crónica o neumonía.
Las nueve industrias que producen cloro en España, tres de ellas en Catalunya (Martorell, Flix y Vila-seca), contaminan prácticamente igual que hace diez años y siguen vertiendo mercurio y otros productos al mar, según denunció ayer Greenpeace en Barcelona.
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